
La Estación de Almería, un edificio emblemático de la capital
La Estación Ferroviaria de Almería es un imponente edificio de estilo arquitectónico único que combina elementos modernistas con características propias de la arquitectura industrial del siglo XIX. Fue construida entre 1890 y 1893 bajo el proyecto del ingeniero jefe Laurent Farge de la compañía Fives-Lille, encargado por la Compañía de los Caminos de Hierro del Sur de España. La estación fue construida con el objetivo de trasladar el hierro de las minas granadinas a un puerto de mar.
El diseño de la estación es un pabellón de tres cuerpos, con una estructura central de hierro y vidrio que se eleva sobre los dos cuerpos laterales de piedra. La cristalera en la fachada principal ilumina el vestíbulo, donde se pueden ver varios murales cerámicos de Francisco Cañadas que retratan escenas relacionadas con el mundo del ferrocarril y paisajes de Almería. El vestíbulo también alberga diferentes espacios dedicados a servicios como las taquillas, la facturación, el despacho del jefe de estación, la sala de telégrafos y tres salas de espera para cada clase.
Un hecho peculiar es que la estación no tiene el formato tradicional de una estación término, sino que es un edificio lateral paralelo a las vías, como si fuera una estación de tránsito, debido a que las vías continuaban hasta el puerto por encima del famoso Cable Ingles. Durante la Guerra Civil, la estación sufrió daños en un bombardeo, pero ha sido restaurada y sigue siendo un edificio histórico y hermoso para visitar.